Cuando alguien empieza a hacer wing chun – o cualquier
estilo de kung fu / gung fu – algo que siempre choca al principio es la idea de practicar formas. ¿Qué es una forma exactamente? Pues, es un poco difícil de explicar en
pocas palabras ya que no hay un equivalente directo en la cultura occidental.
Para entender las formas, tenemos que repasar todas las funciones que tienen.
Antes de la edad moderna, el gung fu se cultivaba en pueblos
campesinos de China. Muchos practicantes eran analfabetos. Desarrollaban colecciones
de técnicas para pasar sus enseñanzas de una generación a otra. En occidente
hoy en día, igual usaríamos libros o DVDs para la misma función.
Hay que practicar las formas al principio de cada sesión de
gung fu. En eso, tienen un cierto parecido a un calentamiento técnico. Preparan
el cuerpo del practicante para el entrenamiento.
También hay que practicar las formas en solitario todos los
días. Tienen un aspecto meditativo. Ayudan a desarrollar una conciencia de ti
mismo.
Una forma también puede transmitir los valores de un
sistema, por ejemplo, la paciencia. Puede ayudar a reconocer a otros del mismo
linaje.
Dicho de otra manera, podríamos decir que las formas son
herramientas multi-funcional. Pueden contener información técnica; preparar el
cuerpo para el entremiento; ayudar con la auto-conciencia; y pasar valores y información a los practicantes.
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