Sir Isaac Newton, uno de los fundadores de la ciencia moderna, descubrió la clave de pegar fuerte. Está en la segunda ley que lleva su nombre. Esta ley nos cuenta que la fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere dicho cuerpo mientras que su masa se mantiene constante. La ley es más conocida en la forma F = ma (la fuerza iguala la masa multiplicado por la aceleración).
Si queremos aumentar la fuerza de nuestros puños, la segunda ley de Newton nos enseña que hay dos maneras de hacerlo. La primera manera es aumentar la masa de lo que da el golpe. Es por esta razón que los puños de hierro (que aumentan la masa del puño considerablemente) son tan peligrosos y tan ilegales. También podemos aumentar la fuerza de nuestros golpes mejorando nuestra técnica para conectar el puño con la masa de nuestros cuerpos. Es un concepto muy importante en el wing chun, pero también en otras artes marciales y en deportes de contacto como el boxeo.
Si consigues conectar tus puños con la masa de tu cuerpo, hay otra manera de ganar todavía más fuerza. La clave es en acelerar el golpe. Si no lo has probado nunca, ten cuidado. Es muy fácil cortar los nudillos en el saco de pared el primer día que empiezas a acelerar tus puños.
Cuando puedes generar mucha fuerza, hay un riesgo tremendo para los huesos delicados de la mano. Muchos boxeadores, incluyendo a Mike Tyson, se han roto las manos pegando a gente sin guantes en la calle. En el wing chun, intentamos evitar estos riesgos. En cualquier kwoon, verás a gente haciendo un esfuerzo tremendo para alinear todos los huesos del brazo y de la mano para desarrollar un puño que no se romperá si alguna vez hay que usarlo en una situación de auto-defensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario