Si decides aprender wing chun, llegará un día cuándo toca
hacer un chi sao “caliente” con alguien mejor que tú. En este momento, la
respiración te costará; tu cuerpo se llenará de adrenalina; y tendrás mucho
miedo. Será muy fácil cometer fallos.
Si aceptamos el objetivo de convertirnos en máquinas de chi sao, tendremos que deshacernos de estos fallos. Pero, ¿cómo lo hacemos?
Nuestro instructor Nino Bernardo recomienda la grabación de muchas
sesiones de entrenamiento. Nos ayuda a ver los fallos para luego que ir eliminándolos,
uno por uno, a lo largo de los años. Jugamos con esta idea en el último seminario.
Fue una experiencia muy interesante.
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