Me acuerdo hace un par de años cuando Nino Bernardo nos habló a unos estudiantes de las claves de la atención plena: No juzgar, tener paciencia, mantener la mente de principiante, tener confianza, no esforzarse, aceptar y ceder. Nos decía que cultivar estos elementos nos podrían ayudar en todo su sistema de wing chun, pero sobre todo en desarrollar los efectos meditativos de la primera forma.
Le pregunté de dónde venían estos elementos y me dijo que eran conceptos del budismo compilados por un médico llamado Jon Kabat-Zinn. Él es el fundador y director de la Clínica de Reducción del Estrés del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts y el autor de un libro muy interesante llamado Vivir Con Plenitud Las Crisis.
Kabat-Zinn ha estudiado como quitar el bagaje cultural y religioso a la meditación de la atención plena y usar una versión modernizada para tratar a unos pacientes con problemas muy serios. En el libro dice: “Aunque en el momento actual, la meditación de la atención plena se enseña con mayor frecuencia y se practica más en el contexto del budismo, su esencia es universal. La atención plena constituye básicamente en una forma determinada de prestar atención. Se trata de mirar profundamente en el interior de uno mismo con la intención de hacerse preguntas y auto-comprenderse…
“La realidad es, cuando comenzamos a prestar atención de esta forma, que nuestra relación con las cosas cambia. Vemos más y con más profundidad. Podemos empezar por ver un orden y una vinculación intrínsecos entre las cosas que antes no eran visibles, como la conexión entre los impulsos que llegan a nuestra mente…”
Si decides aceptar nuestro ofertón, al principio pasarás la mayoría de tu tiempo estudiando la primera forma del sistema. Vale la pena ser consciente de los beneficios de practicar la forma con la atención plena. Practicar la forma así también es un hábito diario muy saludable. Tal vez puede ser la parte más importante del sistema.
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